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Ismael “El Mayo” Zambada, el poderoso líder del cártel de la droga de Sinaloa en México, se declaró inocente el viernes en un caso federal de narcotráfico en que se le acusa de participar en planes de asesinato y ordenar torturas.
Al participar en una audiencia judicial a través de un intérprete de español, Zambada no habló, excepto para dar breves respuestas a las preguntas habituales de un juez sobre si entendía varios documentos y procedimientos. Cuando se le preguntó cómo se sentía, Zambada dijo “bien, bien”.
Sus abogados se declararon inocentes en su nombre.
Fuera del tribunal, Frank Perez, abogado de Zambada, dijo que su cliente no contemplaba la posibilidad de llegar a un acuerdo con el gobierno, y el letrado espera que el caso vaya a juicio.
“Es un caso complejo”, dijo.
Buscado por las autoridades estadounidenses durante más de dos décadas, Zambada ha estado arrestado en Estados Unidos desde el 25 de julio, cuando aterrizó en un avión privado en un aeropuerto en las afueras de El Paso, Texas, en compañía de otro capo fugitivo, Joaquín Guzmán López, según autoridades federales.
Zambada dijo después en una carta que fue secuestrado en México y llevado Estados Unidos por Guzmán López, hijo del cofundador del cártel de Sinaloa, Joaquín “El Chapo” Guzmán.
El abogado de Zambada no dio detalles el viernes sobre esas afirmaciones.
El juez federal auxiliar, James Cho, ordenó que Zambada permaneciera detenido hasta su juicio. Sus abogados no solicitaron fianza y la fiscalía federal pidió al juez que lo mantuviera detenido.
“Él era uno de los más poderosos capos de los narcóticos del mundo, si no es que el más poderoso”, dijo el vicefiscal federal Francisco Navarro. “Fue el cofundador del cártel de Sinaloa y encabezó por décadas el mundo del tráfico de narcóticos”.
Zambada, de 76 años, compareció en una silla de ruedas ante un tribunal de Texas el mes pasado, y varios policías federales lo ayudaron a caminar cuando entró a la sala del tribunal federal de Brooklyn. Pareció aceptar alguna ayuda para levantarse de la silla después de la breve audiencia, y después caminó lentamente pero sin ayuda.
Perez dijo el viernes, después de la audiencia, que Zambada estaba sano y “con buen ánimo”.
En la pequeña sala había dibujantes del tribunal, pero todos los demás periodistas pudieron observar únicamente a través de un sistema de circuito cerrado debido a que había pocos asientos.
En el tribunal y en una carta enviada previamente al juez, la fiscalía dijo que Zambada encabezaba una vasta y violenta operación, con un arsenal de armas de grado militar, una fuerza de seguridad privada que era casi como un ejército, y un cuerpo de sicarios que asesinaban, secuestraban y torturaban.
Durante su sangriento reinado, dio la orden de asesinar, hace apenas unos meses, a su propio sobrino, señaló la fiscalía.
“Una celda en Estados Unidos es lo único que evitará que el acusado cometa más crímenes”, dijo Navarro.
Zambada también se declaró inocente de las acusaciones en comparecencias previas en tribunales de Texas. Su siguiente comparecencia está programada para el 31 de octubre.
Según las autoridades, Zambada y “El Chapo” Guzmán hicieron crecer al cártel de Sinaloa a partir de una organización regional, convirtiéndolo en un enorme fabricante y traficante de cocaína, heroína y otras sustancias ilícitas hacia Estados Unidos. La Administración para el Control de Drogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés) describió la derrota del cártel como una de las principales prioridades operativas de la agencia.
Zambada ha sido considerado el estratega y negociador del grupo, y una figura menos extravagante que Guzmán. Zambada nunca había estado tras las rejas hasta su arresto en julio.
Su “día de ser juzgado en un tribunal estadounidense ha llegado, y se hará justicia”, dijo Breon Peace, fiscal federal con sede en Brooklyn, en un comunicado divulgado el viernes.
El arresto de Zambada desató luchas en México entre facciones rivales del cártel de Sinaloa. En los tiroteos han muerto varias personas. Escuelas y negocios de Culiacán, la capital de Sinaloa, han cerrado en medio de los enfrentamientos. Se piensa que las batallas son entre facciones leales a Zambada y las encabezadas por otros hijos de “El Chapo” Guzmán, condenado por cargos de narcotráfico y conspiración, y sentenciado a cadena perpetua en Estados Unidos en 2019.
Aún no se sabe por qué Guzmán López se entregó a las autoridades estadounidenses y llevó con él a Zambada. Guzmán López está en espera de juicio en Chicago por una acusación separada de tráfico de drogas, en la que se ha declarado inocente.